El festival de música Mawazine, uno de los más importantes en Marruecos, terminó la madrugada del domingo en tragedia. Un total de 11 personas --cinco mujeres, cuatro hombres y dos menores-- murieron aplastados y al menos otras 40 resultaron heridas. El incidente se produjo justo después de que acabara el multitudinario concierto que ofreció en el estadio Hay Nahda, en Rabat, el popular cantante marroquí, Abdelaziz Stati.

Una vez calló la música, los espectadores se dirigieron en avalancha hacia la salida del estadio. La presión de la gente agolpada provocó que una parte de la alambrada que rodeaba el recinto se rompiera y desencadenara el drama. La organización del festival negó que se hubieran cometidos errores en materia de seguridad. Sin embargo, las declaraciones de algunos testigos indican lo contrario.

El joven Bader, uno de los 70.000 espectadores que asistieron al concierto de música popular, explicó que "la policía no reaccionó". "No intervino cuando vio a la gente empujarse; no lo entiendo, porque la gente empezó a caer al suelo", aseguró. A Yusef, que resultó herido leve, le cambió la cara cuando recordó la avalancha humana. "Solo había una puerta habilitada. La segunda estaba cerrada. La gente comenzó a empujar, y la policía también empujaba a las personas que querían salir", dijo, tras abandonar el hospital.

"Rabat no está preparada para acoger un festival tan ambicioso", aseguró el redactor jefe del departamento cultural de un periódico independiente, para quien el despliegue de seguridad fue "insuficiente". "Los jóvenes no son cívicos cuando les dejas un espacio gratuito para la diversión", se lamentó, por su lado, Aida Semlali, periodista de cultura del semanario Le Journal .

El espectáculo de música popular había despertado gran expectación, como por ejemplo el concierto del cantante Steve Wonder, que se celebró en otro de los nueve escenarios levantados en la capital marroquí.