La multitudinaria manifestación --entre 25.000 y 80.000 personas, según las fuentes-- contra la cumbre del G-8 en la ciudad portuaria de Rostock, en el noreste de Alemania, comenzó pacíficamente, pero terminó en una batalla campal por las acciones violentas de grupos radicales. Unas 500 personas se enfrentaron a la policía con palos y lanzaron piedras y artefactos incendiarios, al final de la marcha antimundialización. Los incidentes se saldaron con más de 200 heridos entre agentes y manifestantes, algunos de ellos de gravedad.

Los problemas comenzaron cuando un grupo de "autónomos", como se autodenominan los nuevos anarquistas alemanes, incendiaron un automóvil y volcaron otros para usarlos como trinchera. La policía intentó cercarles. Al lanzamiento de objetos, los agentes respondieron con golpes de porra y la utilización de gases lacrimógenos. La trifulca degeneró en un caos.

El grueso de manifestantes había expresado de forma clara y pacífica su protesta. "¡Fin a la privatización!", "¡Paz mundial ahora!" o "¡El agua es un derecho humano!", eran algunos lemas coreados por los antimundialización, muchos de los cuales con máscaras del presidente Bush y de su homólogo ruso, Vladimir Putin, informa Reuters.

LA PRIMERA CONCENTRACION La policía informó de la detención de numerosas personas en Rostock. En otras localidades cercanas impidió que trenes y buses llevaran manifestantes hasta la ciudad portuaria. Según los organizadores, hasta Rostock llegaron 80.000 personas, 20.000 menos de lo que esperaban. Según la policía solo se contaron 30.000 asistentes a lo que ha sido la primera gran manifestación contra el G-8 en Alemania.

La mayoría de estas personas que forman la protesta pacífica en Alemania son miembros de diferentes grupos estudiantiles, religiosos, culturales, activistas defensores del medio ambiente y feministas. Estos aseguran que la mundialización que defienden los líderes del G-8 está destinada a reforzar un sistema capitalista injusto que perpetúa la pobreza e impide el desarrollo de los países pobres.

Mientras la ultraizquierda hacía de las suyas en Rostock, en numerosas ciudades del país los ultraderechistas, encabezados por el Partido Nacionaldemocrático Alemán (NPD), sorprendieron también a la policía con numeras manifestaciones públicas ilegales a lo largo y ancho del país. Los nazis consiguieron incluso marchar a través de la emblemática Puerta de Brandeburgo en Berlín y su provocación tenía también como objetivo protestar contra el G-8. Las protestas de los ultras se multiplicaron en varias localidades del país después de que la justicia prohibiera una manifestación neonazi convocada para ayer en la ciudad de Schwerin, en el noreste de Alemania.

En Berlín, la manifestación ultra derivó también en incidentes, en los que 13 ultraderechistas fueron detenidos.