El Gobierno griego de Alexis Tsipras ha celebrado este miércoles su primer Consejo de Ministros. A su llegada a la reunión, en sus primeras declaraciones desde el discurso el domingo por la noche tras el triunfo electoral de Syriza, el primer ministro izquierdista ha ratificado las prioridades del Gobierno que califica “de salvación social”. Ante todo, ha dicho, “la renegociación de la deuda con nuestros socios, para encontrar una solución justa, viable y mutuamente beneficiosa”. Tsipras ha añadido que está dispuesto a "derramar" su sangre para restablecer “la dignidad de los griegos”.

Tsipras ha repetido algo que ya anunció el domingo por la noche: “Tenemos un plan para hacer reformas sin incurrir en déficit, pero sin superávits primarios asfixiantes”, ha afirmado. “Grecia está lista para contribuir a una solución para toda Europa”, ha añadido, al tiempo que se ha felicitado de las visitas que harán a Atenas el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz (el jueves), y el presidente del Eurogrupo, Jeroen Djisselbloem (el viernes).

El primer ministro ha insistido en su voluntad de acabar “con el clientelismo político y la corrupción” y aplicar “las reformas que no se han podido hacer durante 40 años”.

El nuevo Gobierno pretende actuar con mayor transparencia y su portavoz, Gabriil Sakelaridis, que tiene rango de viceministro, ha anunciado que mantendrá una reunión informativa diaria con la prensa.

PROMESAS ELECTORALES

Algunos de los nuevos ministros han anunciado también las prioridades de sus departamentos, en línea con el programa de Syriza y las promesas electorales. Así, el titular de Trabajo, Panos Skurletis, ha asegurado que una de las primeras medidas será restablecer el salario mínimo que era de 751 euros brutos mensuales y que actualmente es de 586 tras el recorte que sufrió a causa del plan de austeridad. No obstante, el ministro ha recalcado que la medida se adoptará “siguiendo rigurosamente el procedimiento parlamentario”. El Parlamento surgido de las elecciones del domingo se constituirá el próximo 5 de febrero.

La paralización de los proyectos de privatización en marcha --el martes se anunció la intención de detener del plan para privatizar el 67% de la autoridad que gestiona el puerto de El Pireo, el mayor de Grecia-- y algunas medidas de urgencia para aliviar la situación de la población más desfavorecida (entre ellas ofrecer electricidad gratuita a 300.000 hogares) figuraban también entre las prioridades del programa electoral de Syriza.