SOUTHAMPTON. Más de una decena de activistas de Greenpeace penetraron ayer en el puerto militar de Marchwood, cerca de la ciudad británica de Southampton, y se encadenaron a vehículos y tanques que esperaban ser embarcados con destino al Golfo. Los pacifistas realizaron pintadas y colocaron botes de humo sobre los carros de combate (foto). La organización afirmó que seguirá oponiéndose a la guerra. AGENCIAS