La decisión de la BBC de invitar a Nick Griffin, líder del xenófobo Partido Nacional Británico (BNP) a su más prestigioso programa de debate, Question time , se saldó con una audiencia cuadruplicada --el debate llegó a sobrepasar los ocho millones de telespectadores, cuando lo habitual es que lo vean unos dos millones de personas-- y un buen número de detractores, que opinaron que se dio publicidad y legitimidad a una formación denostada por el resto de partidos.

Esta era la reflexión que hacía la laborista Diane Abbott, la primera mujer negra elegida diputada. "Dar credibilidad a un partido fascista en medio de una recesión es una cosa muy peligrosa", opinó Abbott. En cambio, el exdiputado del Partido Conservador, Michael Portillo, aplaudió la decisión de la BBC porque se expuso la verdadera cara de Griffin, quien fue, a su juicio, "incapaz de negar de modo coherente" las afirmaciones racistas y homófobas efectuadas a lo largo de su carrera política.

Para Portillo, además, el formato del debate resulta el más adecuado, porque el público, que interviene activamente, "no se rige por las mismas convenciones que los periodistas a la hora de preguntar y, si conviene, muestra claramente su indignación". Así lo comprobaron en su día Tony Blair y Margaret Thatcher, recordó Portillo, quien vio a un Griffin "muy incómodo".

Precisamente, el hecho de que fuera arrollado por el resto de contertulios y por la audiencia preocupa a Andrew Neil, exeditor del Sunday Times y presentador del programa político de la BBC This week . Neil cree que la hostilidad del público londinense puede jugar adversamente en otras partes del país que son menos cosmopolitas.

CIUDAD "LIMPIADA" A este argumento se agarró ayer Griffin, que dijo haber sido víctima de un "linchamiento" por parte de la audiencia de una ciudad, Londres, que ha sido "limpiada étnicamente" y que "ya no es británica". El Partido Nacional Británico informó ayer de que, tras la emisión del programa, recibieron unas 3.000 peticiones de personas interesadas en convertirse en miembros de la formación ultranacionalista.