Las principales facciones radicales palestinas llevan años enviando a sus mejores milicianos a formarse militarmente en Irán y Siria, según ha podido confirmar este diario en Gaza. Un comandante de Hamás y un experto en explosivos de la Yihad Islámica han asegurado a este corresponsal que el entrenamiento en ambos países corre a cargo de los Guardianes de la Revolución Islámica, los cuerpos de élite del régimen de los ayatolás, los mismos que instruyeron a los primeros guerrilleros del Hizbulá libanés en los años 80.

Sayed H. ha pasado siete de sus 23 años enrolado en la Yihad Islámica, la más radical y fundamentalista de las facciones palestinas y la única que sigue abjurando de la vía política. Es un tipo espigado y de cara aniñada y matriculado en la universidad. Hace año y medio, Sayed salió de Gaza por Rafá para volar desde El Cairo a Damasco. No tuvo problemas. Le bastó el pasaporte. En la capital siria, pasó casi dos meses entrenándose en un campo de refugiados palestinos, controlado por Ahmed Jibril, el jefe del Frente Popular. "Eramos 70, todos de Gaza, elegidos para formar la élite de la Yihad", dice, tras pedir un café y un pastel.

Los instructores, asegura, eran todos iranís. "Nos distribuyeron por grupos. A unos los formaban como francotiradores, a otros en artillería, espionaje o, en mi caso, en la fabricación de explosivos". Tal y como sostienen las autoridades israelís, Sayed confirma que Irán paga buena parte de la factura de la Yihad, pero niega que aporte también armas. "Las armas --dice-- nos llegan de intermediarios, a través de Egipto y procedentes de Africa y Europa del Este". Su próxima misión es un viaje a Irán. "Esta vez me mandan allí porque se trata de un curso para instructores", afirma. Con las fronteras de Gaza selladas y una mayor vigilancia egipcia, tendrá que salir por los túneles: "Posiblemente tendré que llegar a Sudán para volar a Teherán".

Más que la alianza con la Yihad Islámica, a Israel le preocupan los lazos de Irán con Hamás, uno de esos insólitos matrimonios de conveniencia entre chiís y sunís, alentados por el clima de guerra que vive en la región.

DINERO Y FORMACION De un bando, EEUU, Israel y los estados árabes sunís; del otro, Irán, Siria, Hamás e Hizbulá. "Teherán nos da dinero y formación militar porque compartimos el mismo enemigo y el mismo objetivo: recuperar Palestina", afirma un comandante militar de Hamás en Rafá. Al preguntarle si existe alguna fricción con Irán por motivos religiosos, lo niega. "Ellos nunca intentaron inculcarnos los principios del chiísmo o imponernos su agenda política. Hamás es plenamente independiente", afirma.