La escasa asistencia a las urnas marcó ayer la jornada electoral en la que los guatemaltecos elegían a su próximo presidente. De hecho, el portavoz de la misión de observación electoral nacional Mirador Electoral, Victor Galvez, calificó como "altamente preocupante" la escasa participación ciudadana.

En estas elecciones, los guatemaltecos elegían al próximo jefe del Estado entre el socialdemócrata Alvaro Colom y el exgeneral Otto Pérez Molina, quienes en la primera vuelta, celebrada el pasado 9 de septiembre, quedaron primero y segundo entre un total de 14 candidatos, con el 25,62% y el 21,35% de los votos respectivamente.

Mirador Electoral, formado por diversas organizaciones civiles independientes, desplegó a 4.000 observadores. Cuatro horas después de estar abiertos los centros electorales, "en muchos de ellos no se ha presentado ni un solo votante", aseguró el portavoz Gálvez.

Pérez Molina, candidato del Partido Patriota (PP), al ejercer su derecho al sufragio en un centro de votación de la capital, se declaró confiado en ganar las elecciones y, además, aseguró que respetará el resultado que finalmente emita el Tribunal Supremo Electoral (TSE).

Asimismo, el exmilitar, de 56 años, consideró que la jornada transcurría con normalidad, aunque denunció un intento de "compra de votos".

"VAMOS A GANAR" Colom, candidato de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), quien también votó en la capital, aseguró que ganará estas elecciones por un margen entre el 3% y el 7%. "Hoy vamos a ganar", insistió este ingeniero industrial de 56 años, que manifestó su conformidad con el transcurso de la jornada electoral.

Por su parte, los observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la Unión Europea (UE) expresaron su preocupación ante la posibilidad de que un resultado apretado pueda propiciar un conflicto político al no reconocer el perdedor su derrota electoral.