Los soldados Ehud Goldwasser y Eldad Regev patrullaban el 12 de julio del 2006 a bordo de un vehículo militar cuando un comando de Hizbulá cruzó la frontera y los capturó en el transcurso de un tiroteo en el que murieron ocho militares. La respuesta israelí fue lanzar, a las pocas horas, una ofensiva total para acabar, en teoría, con Hizbulá.

La guerra duró 34 días y acabó con la victoria de Hizbulá y pérdidas terribles: 1.200 muertos y un millón de heridos, la mayoría civiles. En Israel murieron un total de 150 personas, la mayoría eran militares.