Cada habitante del planeta gastó el año pasado 123 euros en armas, un 11% más que en el 2002. La guerra preventiva del presidente de EEUU, George Bush, en Irak ha animado a otros países a reforzar sus armamentos para evitar un posible "cambio de régimen", según el prestigioso Instituto Internacional de Investigación de la Paz de Estocolmo (Sipri).

Después de una década de reducciones en el gasto militar (1987-1998) e incrementos moderados entre 1998 y el 2001, la nueva doctrina de Defensa de EEUU tras el 11-S ha provocado que el desembolso en este sector haya llegado hasta los 779.000 millones de euros en el 2003 (el 2,7% del PIB mundial). "Está muy cerca del punto más alto de la guerra fría en 1987", declaró Elisabeth Skoens, una de las autoras del informe, en la presentación del documento en Estocolmo.

El Gobierno de Washington encabeza la lista de los países que más dinero dedican a las armas, con un 47% del total, varias veces más que todos sus países proscritos juntos: Cuba, Irán, Corea del Norte, Sudán y Siria. En el ranking le siguen Japón, con el 5%, y China, Francia y el Reino Unido, con un 4% cada uno.