El Líbano era una economía emergente, que se recuperaba de la crisis económica causada por el asesinato del exprimer ministro Rafic Hariri en el 2005 y que esperaba para este año un crecimiento de su Producto Interior Bruto (PIB) de entre el 4% y el 5%. Hoy, tres semanas después de iniciarse la ofensiva militar israelí, ya se sabe, cuando menos, que la economía libanesa no experimentará durante este año crecimiento alguno, y que podría regresar el año que viene a la senda del crecimiento siempre que se produjera con prontitud un alto el fuego y un compromiso político, algo aún lejano. Estas son las primeras conclusiones sobre las consecuencias de la guerra para la economía libanesa a las que ha llegado el Departamento de Investigación del Banco Audi en Beirut.

Tras un crecimiento del 0% en el 2005, "este año, el Banco Central estimó un crecimiento de entre el 4% y el 5%, nos dirigíamos hacia esa cifra, pero ahora hay que replantearse todo; no habrá crecimiento o incluso habrá una contracción", confirmó Marwán Barakat, jefe del Departamento de investigación del Banco Audi, en una conversación con un diario británico y con este corresponsal. Entre los sectores más afectados está el turismo, que contribuía en un 12% al PIB total del país. El Líbano esperaba este año un total de 1,6 millones de turistas --cifra récord-- y, en cambio, solo hubo seis meses y medio de temporada turística, antes de los ataques.

MALAS PERSPECTIVAS A las malas perspectivas económicas se les suma el coste de los ataques aéreos para las infraestructuras y los edificios del país. Pese a que Barakat advierte de que "en este momento, nadie puede dar una cifra exacta del coste de los ataques aéreos y los bombardeos", el Consejo para el Desarrollo y la Reconstrucción adelantó la semana pasada, con fecha de 24 de julio, una primera estimación de 2.000 millones de dólares (unos 1.560 millones de euros).

Con todas las precauciones, las cifras que se aventuraban a día de ayer oscilaban alrededor de los 3.000 millones de dólares (unos 2.340 millones de euros), aunque el coste total no podrá establecerse hasta que no acabe la guerra. Los daños en la infraestructura son bien visibles para los pocos vehículos que van por la costa. La autovía del litoral tiene casi todos sus puentes inutilizados.

Para afrontar a la reconstrucción, Arabia Saudí y Kuwait ya han comprometido paquetes de ayudas financieras que ascienden a 2.300 millones de dólares, entre donaciones y préstamos. Parte de dicho paquete será transferido al Banco Central, lo que "contribuirá a mantener la estabilidad de la divisa", según el Lebanon Weekly Monitor .

ISRAEL SE ADENTRA EN LIBANO En el plano bélico, miles de soldados israelís se enzarzaron ayer en un feroz combate cuerpo a cuerpo con los milicianos de Hizbulá en varios frentes del sur del Líbano, horas antes de que esta madrugada finalice el parón de bombardeos aéreos decretado tras la matanza de Qana. Un total de cinco unidades --miles de soldados, según informó el Ejército israelí-- participaron en los combates el mismo día en el que el Gobierno de Ehud Olmert dio luz verde a una intensificación de la operación terrestre.

Los combates se sucedieron a lo largo de la frontera. En algunos casos, las tropas luchan hasta seis kilómetros dentro de territorio libanés, en el preludio de lo que puede ser una masiva invasión del sur del Líbano con el objetivo de expulsar a Hizbulá y preparar el terreno para el despliegue de una fuerza multinacional. Hizbulá e Israel entraron en una guerra de cifras: Tel-Aviv afirmó que desde el principio de las hostilidades ha matado a 300 o 400 guerrilleros y la milicia afirmó haber matado ayer a tres soldados. Olmert afirmó que Israel está ganando la guerra.