La junta de directores de la multinacional cementera LafargeHolcim ha anunciado que ha aceptado la renuncia de su consejero delegado, Eric Olsen, quien ha justificado su decisión como una manera de rebajar las tensiones surgidas tras descubrirse los arreglos a los que llegó la compañía con grupos armados en Siria.

El consorcio ha indicado que las investigaciones que ordenó a ese respecto han confirmado que la filial de la entonces empresa francesa Lafarge -antes de su fusión con la suiza Holcim - actuó de manera inaceptable al llegar a esos acuerdos para continuar las operaciones de su planta cementera en Siria en 2013 y 2014.

Sin embargo, la junta de directores ha exculpado por completo a Olsen por ese caso, señalando que el consejero delegado "no fue responsable, ni tuvo conocimiento, ni cometió ninguna falta", según el resultado de la investigación.

LA MAYOR COMPANÍA

Al comunicar su decisión de abandonar su puesto, Olsen ha manifestado su satisfacción por los logros durante los dos años que pasó al frente de la mayor compañía de producción de cemento y materiales de construcción del mundo, en particular el cierre de la fusión entre Lafarge y Holcim.

"Haber puesto esta fusión en camino es un gran éxito que refleja el compromiso permanente y la pasión de nuestros 90.000 empleados alrededor del mundo", ha señalado mediante un comunicado, en el que reconoce que el escándalo por lo ocurrido en Siria es el motivo de su renuncia.

"Aunque yo no estuve en absoluto involucrado ni sabía de ningún acto ilícito, creo que mi partida ayudará a que regrese la serenidad a la compañía que ha estado expuesta durante meses por este caso", ha reflexionado.

LafargeHolcim ha iniciado ya la búsqueda del reemplazo de Olsen y ha decidido que, en el periodo de transición que se abre, sea el director de la junta directiva, Beat Hess, el que asuma las responsabilidades de consejero delegado a partir del 15 de julio próximo.

Sobre el resultado de la investigación interna que se realizó, la compañía ha detallado que se ha comprobado que "los actos fueron instigados por responsables locales y regionales" y que ciertos miembros de la gerencia estaban informados y violaron con su consentimiento los estándares de conducta de la firma.

RETOS MUY COMPLICADOS

Las investigaciones iniciales revelaron que el deterioro de la situación política en Siria planteó retos muy complicados para la seguridad y las operaciones de la planta y de sus empleados, incluidas amenazas a su seguridad y la interrupción de suministros necesarios para las actividades de la fábrica y la distribución de los productos.

Se reveló también que en ocasiones diferentes facciones armadas llegaron a controlar o intentaron controlar las áreas en torno a la planta, por lo que la filial local aportó fondos a terceros para hacer arreglos con algunos de estos grupos armados.

El próximo responsable de LafargeHolcim ha comentado que si bien todo indica que los jefes de las operaciones en Siria actuaron en la creencia de que así servían mejor a los intereses de la empresa y de sus empleados, "no puede haber compromisos cuando se trata del cumplimiento de las reglas".

"Estamos totalmente comprometidos a que situaciones como la que ha ocurrido en Siria nunca ocurran de nuevo en LafargeHolcim", ha asegurado Hess.