El Equipo Argentino de Antropología Forense confirmó ayer el hallazgo en un cementerio bonaerense de los restos de la monja francesa Leonnie Duquet, por cuyo asesinato en la última dictadura militar (1976-83) un tribunal parisino condenó a prisión perpetua en ausencia al excapitán Alfredo Astiz.

En esa misma necrópolis, ubicada unos 300 kilómetros al sur de la capital argentina, se identificaron también meses atrás los cuerpos de las fundadoras de las Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor, Esther Ballestrino de Careaga y María Ponce de Bianco. Todas ellas fueron secuestradas en 1977, estuvieron cautivas en la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma) y fueron arrojadas al mar en un vuelo de la muerte . Duquet fue capturada por un comando de la Marina junto a otra religiosa francesa, Alice Domon. Las monjas pertenecían al Instituto de Misiones Extranjeras, con sede en Toulouse, y prestaban asistencia espiritual a familiares de los desaparecidos.

Los técnicos del Equipo de Antropología Forense no descartaban que los restos de Domon se encuentren entre los tres cuya identidad resta saber del total de los que en su momento se inhumaron como no identificados en el cementerio. Duquet y Domon tenían 61 y 40 años, respectivamente, cuando fueron asesinadas. Francia, España, Italia y Suecia han solicitado la extradición del excapitán Astiz.