"Fue como estar enterrado en vida". La pesadilla del escocés Alan Johnston, de 45 años, se ha acabado. Tras 16 semanas de secuestro, el corresponsal de la BBC en Gaza fue entregado el miércoles de madrugada a las fuerzas de seguridad de Hamás, que lo trasladaron a la residencia del depuesto primer ministro palestino, Ismael Haniye. Pálido y delgado, Johnston aseguró que sus captores le amenazaron de muerte "de distintas formas en varias ocasiones". Pero no le torturaron ni usaron la violencia, salvo en las horas previas a su liberación, que le golpearon "un poco".

El periodista dedicó un agradecimiento a Hamás, cuya mediación propició un acuerdo con los captores del Ejército del Islam, grupo vinculado a Al Qaeda dominado por el clan de los Dogmush. Desde su captura el pasado 12 de marzo, Johnston fue trasladado en cuatro ocasiones.