Trece años después de que Bosnia y Herzegovina denunciara a la extinta Yugoslavia ante el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya por genocidio, la corte dio ayer inicio a la vista judicial con la lectura del pliego de acusaciones. Se trata de la primera ocasión en que se juzga a un Estado por el delito de genocidio, después de que fuera tipificado como tal en 1948, ante el Holocausto vivido por los judíos a manos de los nazis.

El abogado de Bosnia, Sakib Softic, acusó a Serbia y Montenegro de llevar a los no serbios "por un camino hacia el infierno" durante la guerra (1992-1995), en la que murieron 100.000 personas. En caso de que el tribunal decida en favor de Bosnia, el Gobierno de Sarajevo tendrá derecho a reclamar compensaciones millonarias. El viceprimer ministro serbio, Miroljub Labus, avisó de que la vista era como "jugar con fuego".