Ante un nuevo abuso de las tropas invasoras en Irak, el Gobierno afectado aduce otra vez que es un caso aislado, como el de los tres soldados británicos condenados hace un año por malos tratos a prisioneros civiles iraquís. Igual que el Pentágono mantiene que las torturas de Abú Graib eran hechos aislados, cuando ya se ha demostrado que esas técnicas para quebrar la moral de los presos fueron ensayadas en Guantánamo y exportadas a Irak. Cada día queda más claro que sólo sale a la luz una ínfima parte de las barbaridades que se cometen a raíz de esta guerra ilegal.

*Periodista.