Un hermano de Kenneth Bigley, el rehén británico secuestrado en Irak, acusó ayer a los servicios secretos de Holanda y del Reino Unido de haber registrado su domicilio en Amsterdam. Paul Bigley aseguró que agentes británicos y holandeses se presentaron el jueves en su vivienda y copiaron todos los archivos de su ordenador, relacionados con las gestiones para liberar al secuestrado. También fue obligado a realizar una declaración de cinco páginas, sobre sus contactos con los secuestradores.

Las autoridades británicas y holandesas desmintieron que se hubiera realizado ningún registro forzoso. La Fiscalía General de Holanda reconoció que policías holandeses y británicos habían visitado a Bigley, pero el encuentro fue voluntario. "No hubo registro, ni se utilizó ningún tipo de imposición. Paul Bigley había dado su acuerdo para el encuentro con la policía británica, que nos había pedido ayuda para actuar como intermediarios", declaró el portavoz de la fiscalía, Wim de Bruin.

Un periódico kuwaití afirmaba ayer que la liberación de Bigley, secuestrado por el grupo extremista Monoteísmo y Guerra Santa, va a ser negociada por el grupo de militantes iraquís que esta semana puso en libertad a las dos voluntarias italianas.