En la comida dominical en casa de la familia Miliband, no se habla de política. A la mesa se sientan dos hermanos, Ed y David, que compiten por el puesto de líder del Partido Laborista. David, exministro de Exteriores de Gordon Brown, cree que "sobrevivirá el amor fraterno" a esta lucha contra Ed, extitular de Energía. La madre de ambos no apoya ni a uno ni a otro. Ella prefiere a John Cruddas, más izquierdista, que aún no ha decidido entrar en la competición.