Debilitado y contestado por las corrientes minoritarias del partido, el líder del PS francés, Fran§ois Hollande, hizo ayer un llamamiento a la "unidad" ante el "fracaso general" de la derecha y para fomentar la vuelta al poder de la izquierda en las elecciones presidenciales del 2007.

La actitud aparentemente conciliadora de Hollande ante los ataques de dirigentes como el exprimer ministro Laurent Fabius, que le reprochó "un giro a la derecha" del PS, fue ovacionada por los más de 2.000 militantes que este fin de semana participaron en la Universidad de Verano de La Rochelle.

Hollande, que aspira a renovar su mandato de primer secretario en el congreso que debe celebrarse en Le Mans en noviembre, advirtió a los tentados de dejar el partido que la experiencia demuestra que "pueden hacer perder, pero nunca ganar", y sentenció que "la palabra escisión no tiene lugar aquí".