Un hombre fue detenido el pasado mes de junio, y puesto en libertad poco después sin cargos, en relación con un supuesto intento de asesinato del magnate ruso Boris Berezovsky, según confirmó hoy Scotland Yard.

Los agentes arrestaron al individuo el pasado 21 de junio bajo la sospecha de haber conspirado para asesinar a Berezovsky, denodado detractor del presidente ruso, Vladimir Putin, tras haber sido uno de los políticos más influyentes durante el mandato (1991-1999) de su antecesor en el Kremlin, Boris Yeltsin.

El detenido por su supuesta implicación en el complot quedó en libertad sin cargos el 23 de junio, dos días después de su arresto, aunque fue puesto bajo custodia del servicio de inmigración.

La detención se ha conocido el mismo día en que el tabloide "The Sun" informara de que la Policía y los servicios secretos británicos frustraron un plan para matar a Berezovsky, que vive desde 2000 en el Reino Unido en medio de grandes medidas de seguridad.

El propio magnate ruso, cuya fortuna personal está calculada en más de 4.000 millones de euros, afirmó hoy que los servicios de inteligencia británicos habían abortado una conspiración destinada a terminar con su vida.

Según la versión del propio Berezovsky a la cadena pública británica BBC, fuentes rusas y de Sctoland Yard le habían advertido de la existencia del supuesto complot para asesinarlo.

El magnate está directamente relacionado con el llamado caso "Litvinenko", el ex agente del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antigua KGB) asesinado en 2006 en Londres con una dosis letal de polonio 210.

De este asesinato, el Reino Unido acusa como principal sospechoso al también ex agente secreto Andrei Lugovói, al que Moscú se niega a extraditar, como piden las autoridades británicas, que el pasado lunes contestaron a esta negativa con el anuncio de la expulsión de cuatro diplomáticos rusos.

Boris Berezovsky, que en numerosas ocasiones ha asegurado que el ex espía asesinado le había salvado la vida, ayudó a Litvinenko a obtener residencia en el Reino Unido y durante los últimos días de su vida no dejó de visitarle y se convirtió en su portavoz.