Nicaragua es como una gran familia en que todos se conocen, se nombran por sus apodos y se recortan a placer. Las elecciones dan pie a que la reunión semanal en el bar para ver el partido de fútbol de la liga española que transmite la tele nicaragüense se transforme en un guirigai de deportiva discusión sobre los 5 candidatos que aspiran a convertirse en presidente.

El léxico rico y burlón de los nicas (nicaragüenses), casi incomprensible para otros hispanohablantes, destripa a estos políticos que asumen sus alias hasta componer una fauna electoral que enfrenta a un ratón, un gallo, un pato, un pájaro loco y un feo. Varios parroquianos asienten cuando uno resume: "Las opciones serias ante el Bachi Trompudo son el Feo o el Super Ratón ".

En los bares de lugares emblemáticos, como la calle de Memorial Sandino, hay unanimidad. "Esta vez, nuestro Gallo Ennavajado los pisa a todos", comentan los sandinistas de voto duro. Retoman el apodo machista con el que Daniel Ortega perdió las elecciones y el poder frente a Violeta Chamorro hace 16 años. Los aires de humildad de Ortega alejaron ese apodo prepotente, pero sus seguidores lo esgrimen de nuevo, seguros del triunfo del adorado Daniel.

En otro local del barrio alto de Bolonia, en cambio, se burlan de las penosas derrotas anteriores de Ortega: "Va de tres a cero y todavía tiene la cáscara de tirar sus últimas patadas de ahogado". Hablan de Ortega como de El Bachi, el Trompudo Piñatín, o la querida de Chávez. Lo acusan de "ladrón, violador, tapudo, sarcástico, degenerado y mentiroso". Además, muchos dicen que "es un mago Mandrake que en un dos por tres te hace mierda el país y manda al exilio a media Nicaragua".

Alguien afirma que una vecina, bruja, le ha contado que todas las brujas han estado echando conjuros en los lugares de votación, contratadas por Rosario Murillo, la esposa y jefa de campaña de Ortega. "Eso es lo que me da más miedo si gana Daniel: que estemos en manos de esa mujer y los dos comandantes duros que quedan en el Frente", dice una señora que votará a Super Ratón, el exbanquero liberal Eduardo Montealegre, que heredó ese mote de su padre, bajito y orejón, y lo explotó en su campaña.

"Póngase chiva --o al loro, avisa otro parroquiano-- Super Ratón parece buena cosa, pero es tremendo burócrata y elitista". Más de la mitad de los reunidos llevan camisetas del Bar§a; el resto, del Real Madrid o simplemente blancas.

Pero el partido, este sábado, queda de fondo en la burlona charla política. Al otro liberal, José Rizo, le llaman Che Patito o Cara de Tubo. "De ese, ni hablar". salta uno. El mote de Pato se lo endilgó el embajador estadounidense, Paul Trivelli, al resaltar como obvios sus vínculos con el expresidente reo Arnoldo Alemán, alias Tamalón: "Si camina como pato y habla como pato, entonces es un pato".

Los sandinistas de corazón ponen sus esperanzas en Edmundo Mundo Jarquín, que se presentó como "el feo que quiere una Nicaragua linda". En el bar se comenta que "con éste, lo de feo es piropo" y que "se da color con propagandas baratas". A Edén Pastora, Comandante Cero en la revolución, lo llaman "soñador y loquera" y auguran: "Sacará cero".