Los trancazos , o cortes del tráfico, colapsaron de nuevo ayer la capital de Venezuela con escenas de histéricos enfrentamientos y gritos contra el presidente, Hugo Chávez, a los 17 días de una huelga general que cada día es menos paro cívico . El vicepresidente, José Vicente Rangel, vio en las amenazas de los empresarios, sindicalistas y ejecutivos que dirigen la revuelta "un tono de inusitada virulencia que podría interpretarse como muestra de desesperación".

Sordos a las recomendaciones internacionales y militares, los airados portavoces de la opositora Coordinadora Democrática y sus medios de comunicación aumentaron el calibre de sus andanadas verbales. El secretario de ese saco opositor, Jesús Torrealba, dijo que dejaban la "política contrarreloj" para adoptar una "estrategia de largo aliento". Pero añadió que "habrá un desenlace en pocas horas".

Según Torrealba, los opositores se mantienen "firmes y reposados". No obstante, las gentes a las que han conseguido movilizar lanzaron rocas ante los coches y arengaron a bofetones a sus conductores. En medio de un bombardeo ininterrumpido, ante el que crece la añoranza por los desaparecidos culebrones, la televisión saludó así el amanecer: "Buenos días. Estas son las últimas horas de Chávez".

DIALOGO ATASCADO

Lo que está realmente trancado es el diálogo. El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria, se afanaba ayer en presentar el primer documento: un resumen de las posturas contrapuestas de los 12 hombres que se sientan, se insultan y se ponen bravos en torno a la mesa de negociación .

La tensión va creciendo con la escasez de gasolina. El gobernador de Sucre, Ramón Martínez, tomó el palacio de justicia de Barcelona --en el estado de Anzoátegui-- al frente de una multitud chavista, como protesta por la liberación del rebelde capitán del petrolero Yavire . "Todo arderá por los cuatro costados si al pueblo se le niega el derecho a tener combustible", advirtió.

El Ejército de Venezuela no descarta una intervención "si la violencia se generaliza", según declaró ayer al diario caraqueño El Nacional el general Raúl Baduel. Baduel señaló que desde el regreso de Chávez se ha reforzado el apoyo del Ejército a las leyes y a la Constitución.