Ser activista político del partido rival en Gaza o Cisjordania sigue siendo una ocupación de alto riesgo. Los arrestos políticos, la intimidación, la tortura, las mutilaciones y, en algunos casos, las ejecuciones extrajudiciales se han convertido en la divisa con la que Hamás y la Autoridad Nacional Palestina (ANP) libran su particular guerra encubierta. Especialmente delicada es la situación en la franja de Gaza. La organización de derechos humanos, Human Rights Watch (HRW), acusó ayer a Hamás de haber matado a 32 oponentes políticos y presuntos colaboradores de Israel durante los tres primeros meses del año.

El informe de 29 páginas de HRW viene a corroborar las informaciones publicadas por este y otros diarios al término de la ofensiva israelí en Gaza, que se prolongó desde el 27 de diciembre hasta el 18 de enero, y que se saldó con casi 1.400 palestinos muertos y más de 5.000 heridos. Durante la guerra, las fuerzas de seguridad de los islamistas ejecutaron a 18 palestinos, según HRW, la mayoría, presos que escaparon de una de las cárceles de Gaza después de que Israel la bombardeara.

MAS DEPURACIONES Las depuraciones continuaron después de la contienda con otros 14 asesinatos. En cuatro de los casos, los muertos murieron en la cárcel, según informa la misma fuente. Apoyándose en entrevistas con testigos y víctimas y en los datos recogidos por las onegés locales, HRW acusa además a Hamás de haber castigado a otros 49 palestinos con disparos en las piernas y a 73 más con palizas que acabaron, en muchos casos, con fracturas en las extremidades.

"Es difícil determinar si los abusos documentados son el resultado de una política ordenada por el liderazgo de Hamás, aunque el número y la frecuencia de estas violaciones así lo sugiere", afirma el informe de la organización de derechos humanos con sede en Nueva York, que pide a los islamistas que pongan coto a los desmanes y arresten a los responsables.

Hamás, de momento, asegura que está investigando cuatro de los casos y que ha detenido a 11 policías implicados en matar de una paliza a un presunto traficante de drogas. Desde Gaza, uno de sus portavoces afirmó ayer que algunas facciones se habían atribuido la muerte de colaboracionistas durante la guerra. Otro ni siquiera intentó rebatir las acusaciones contra él. Fauzi Barhum tildó el informe de "injusto y falto de equilibrio" por restar importancia al "verdadero motivo del caos: los bombardeos de la ocupación israelí".

REPRESION CONTRA HAMAS Por otra parte, HRW también denunció el "aumento de las medidas represivas contra miembros y simpatizantes de Hamás" a cargo de la policía de la ANP, que desde que los islamistas expulsaron a sus fuerzas de Gaza en junio del 2007, reprime toda actividad de Hamás en Cisjordania. En las cárceles de ambos territorios, según añade el informe, se ponen en práctica diversas torturas, como la privación del sueño o las palizas.