Un estudio de investigadores británicos y finlandeses ha identificado un gen que se asocia a un aumento del 35% en la probabilidad de que quien lo posee requiera un tratamiento de ortodoncia a los 30 años. Según la investigación, llevada a cabo por científicos del Imperial College de Londres y las universidades de Bristol (Reino Unido) y de Oulu (Finlandia), los dientes de los bebés con ciertas variantes genéticas tienden a aparecer más tarde y son más susceptibles de requerir una ortodoncia.

Para llegar a estas conclusiones, que se publican hoy en la revista PLoS Genetics, se analizó el código genético de 6.000 individuos de los que existían datos desde su desarrollo fetal hasta la edad adulta. El estudio identifica cinco genes asociados con la salida de los dientes y el número de piezas que el niño posee a la edad de un año, entre los que destaca uno relacionado con un mayor riesgo de tener problemas dentales durante la edad adulta.

Según los investigadores, este descubrimiento puede conducir a innovaciones en el tratamiento temprano y la prevención de problemas dentales congénitos. "El hallazgo de los determinantes genéticos y medioambientales del desarrollo humano nos ayudará a entender muchos desórdenes que surgen durante la vida", indicó la profesora finlandesa Marjo-Riitta Jarvelin, autora principal del estudio.

El crecimiento de los dientes no es un fenómeno aislado, y los mismos genes ya habían sido relacionados con el desarrollo del cráneo, las orejas, los dedos de las manos y de los pies, el corazón y la mandíbula. Jarvelin manifestó su esperanza de que este tipo de descubrimientos proporcione nueva información sobre los motivos por los que el desarrollo del feto constituye un factor tan importante para el origen de enfermedades crónicas.