Con el trasfondo de la delicada crisis institucional abierta tras los recientes comicios municipales, miles de católicos participaron ayer en una "procesión por la paz" convocada por la Conferencia Episcopal para pedirle al presidente, Daniel Ortega, lo que por parece imposible: que revise los cuestionados resultados electorales que le permitieron al Frente Sandinista, en el poder, triunfar en 105 de las 146 alcaldías en disputa.

La procesión llevada a cabo con motivo de las Solemnidades de Cristo Rey devino una gran marcha opositora, y volvió a darle a la Iglesia católica un protagonismo relevante. Los obispos trataron igualmente de bajarle el tono político a la procesión y subrayar su carácter religioso.

La caminata tuvo lugar cuando un conflicto entre los poderes del Estado sume al país en la más completa incertidumbre. Las críticas a las aspiraciones de Ortega de perpetuarse en el poder se estaban convirtiendo en un lugar común en Nicaragua.

Pero la situación pasó a mayores el pasado viernes. El presidente, tras varios días de sugestivo silencio, dispuso por decreto que los controvertidos comicios, que 41 diputados de las fuerzas opositoras intentaban anular en la legislatura, han sido legítimos y, por lo tanto, el resultado es "definitivo". A su criterio, no hay otro camino que "hacerle caso al juez" que ha resuelto lo mismo.

ADVERTENCIA A su vez, Ortega advirtió de que el Congreso no posee atribuciones sobre el Consejo Electoral para impugnar la contienda. Los partidos Liberal Constitucionalista (PLC) y Alianza Liberal Nicaragüense (ALN) no reconocen el triunfo oficial.

Sus seguidores se enfrentaron en las calles con simpatizantes del sandinismo. Los grupos de choque sandinistas usaron garrotes y morteros artesanales. Para el PLC, lo que sucedió el 9 de noviembre fue un fraude y exige que se revisen las actas escrutadas. La intervención de la Iglesia en la crisis incorpora ahora un nuevo protagonista. Los adversarios de Ortega desean que sea el Supremo el que dirima la controversia. En un discurso en el que invocó a Jesucristo, el mandatario nicaragüense llamó al PLC y ALN a aceptar la victoria del Gobierno.