El espectacular incendio que se desató esta noche en el mercado de Camden, un lugar muy popular entre londinenses y turistas en el norte de Londres, ha sido controlado, informaron fuentes del servicio de bomberos.

Aunque las llamas llegaron a alcanzar alturas de varios metros, la rápida acción de los bomberos y la evacuación realizada de los concurridos restaurantes, tiendas, bares y locales hizo que no se hayan producido heridos, según los primeros datos. Un centenar de bomberos continúa en la zona y se cree que pasarán toda la noche hasta que las llamas queden sofocadas totalmente.

Desde los primeros momentos, la policía procedió a la evacuación de las personas que se encontraban en numerosos bares, restaurantes y otros establecimientos de la zona, que quedó luego acordonada. Se trata de un barrio además una alta densidad de población, por lo que también algunas viviendas más próximas al incendio fueron desalojadas y sus ocupantes acogidos en un centro deportivo. El incendio ha afectado al funcionamiento de varias líneas del metro y de la red de ferrocarriles, ya que se cerró la estación de Euston, y obligó el desvío de autobuses, taxis y automóviles particulares.

El incendio se produjo poco después de las siete de la tarde en las inmediaciones del pub The Hawley Arms, un lugar frecuentado en su día por los Ángeles del Infierno y actualmente uno de los locales nocturnos más populares de la capital, que ha quedado muy dañado por las llamas. Entre sus clientes cabe citar a gente del espectáculo como los cantantes Amy Winehouse y Peter Doherty y bandas como The Zutons y Razorlight.

En el barrio se encuentran también otros populares locales nocturnos de música en directo como Roundhouse, Electric Ballroom o Koko. Afortunadamente, las llamas no han llegado al mercado de Camden Lock, una de las grandes atracciones de Londres, que visitan anualmente millones de extranjeros, sobre todo jóvenes, atraídos por los artículos irreverentes y marcados por una estética punk que se venden allí. Las condiciones meteorológicas, con ausencia casi total de viento, algo raro en Londres, han contribuido a que el incendio no se propagara a muchos más edificios de la zona.