Los ciudadanos serbios no escucharon el desesperado llamamiento del primer ministro, Vojislav Kostunica, para que, "con Serbia en el corazón", se acercaran a las urnas este fin de semana. La polémica nueva Constitución es interpretada por muchos como un intento de eliminar cualquier expectativa de independencia para Kosovo. La incertidumbre en torno a los resultados de este referendo y la indiferencia de los ciudadanos hacia la propuesta gubernamental marcó ayer el segunda día de plebiscito. El texto propuesto consagra de nuevo que "Kosovo es parte integrante de Serbia".

Según la Comisión Electoral, los índices de participación al cierre de las urnas lograron superar el 50% necesario para garantizar la validez del referendo y dar paso al recuento de votos. Mientras, grupos de oposición denunciaron un "fraude masivo".