Las maltrechas relaciones entre EEUU y Venezuela sufrieron el sábado un nuevo traspiés, cuando el ministro de Exteriores venezolano, Nicolás Maduro, fue detenido en el aeropuerto JFK de Nueva York en el momento en que pasaba los controles de seguridad para abandonar el país, algo que finalmente no hizo.

"Nos retuvieron hora y media y fuimos amenazados por la policía con ser golpeados", declaró después el canciller venezolano, quien se apresuró a denunciar la "flagrante violación de las leyes internacionales" por su inmunidad diplomática. Maduro explicó que incluso se le ordenó ir a una habitación para que se quitase la ropa para ser registrado por un funcionario de seguridad, que le empujó y le gritó. "Nosotros respondimos con la dignidad de revolucionarios venezolanos, con fuerza", subrayó.

Una fuente diplomática de Estados Unidos, que no quiso revelar su identidad, aseguró que el incidente se produjo porque Maduro llegó tarde al aeropuerto y sin billete, algo que hizo saltar las alarmas de seguridad. Aún así, el Departamento de Estado de EEUU manifestó su pesar por lo sucedido. "El Gobierno estadounidense se ha disculpado con el ministro de Exteriores, Nicolas Maduro y con el Gobierno de Venezuela", dijo el portavoz Gonzalo Gallegos.

Sin embargo, eso no apaciguó ni a Maduro ni al presidente venezolano, Hugo Chávez. "Esto ha sido una provocación del señor Diablo", reiteró Chávez en Venezuela al conocer el incidente.