Una comisión de expertos informó hoy al Congreso de Estados Unidos sobre los fallos de las fuerzas de seguridad iraquíes y advirtió sobre las "consecuencias graves" que tendría fijar una fecha para la retirada de las tropas de Irak. El informe, requerido por el Congreso en mayo, lo presentó una Comisión Independiente de Evaluación de las Fuerzas de Seguridad de Irak, encabezada por el general retirado de Infantería de Marina James Jones, ex comandante supremo de las fuerzas estadounidenses en Europa.

Según el documento de la comisión de 20 miembros presentado ante el Comité de Fuerzas Armadas del Senado, las fuerzas militares de Irak han logrado progresos en su formación, equipamiento, organización y parcialmente en cuanto a su despliegue y operación. Pero las fuerzas policiales que dependen del Ministerio del Interior están plagadas de problemas, son sectarias y deberían ser desmovilizadas para la creación de un nuevo cuerpo de seguridad, según el informe.

La comisión, integrada por policías y militares estadounidenses, recomendó que Estados Unidos disminuya tanto el número como el despliegue de sus soldados en Irak de manera que empiece a borrarse su imagen de "fuerza de ocupación". La reducción del número y el despliegue de tropas de EEUU, junto con una participación mayor de las tropas iraquíes en las misiones de combate, "sería posible y prudente" a comienzos del año próximo, agregó.

El senador republicano John McCain, de Arizona, preguntó a Jones si creía conveniente que se mencionen plazos específicos o se fijen fechas para la salida de las tropas de EEUU en Irak, donde hay más de 160.000 soldados estadounidenses. "Los plazos pueden perjudicarnos", respondió Jones. "Un plazo de esta magnitud dañaría nuestro interés nacional", insistió. El senador demócrata Edward Kennedy, de Massachusetts, expuso que "la ciudadanía estadounidense está confundida" porque el Gobierno de presidente George W. Bush ha señalado en diferentes fechas cifras de más de 250.000 soldados y 50.000 policías iraquíes instruidos, equipados y preparados para actuar.

El informe de la comisión indica que esas fuerzas no estarán en capacidad de operar de manera independiente por lo menos durante otros doce a 18 meses. "Los estadounidenses se preguntan cuándo van a pelear los iraquíes por su propio país", dijo Kennedy.

El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, señaló que "el informe del general Jones desafortunadamente nos dice más de lo mismo: que la estrategia del presidente (George W. Bush) no nos ha acercado a la reconciliación política necesaria y que ya se ha demorado mucho el cambio de rumbo en Irak". "Es desalentador que el presidente afirme, de manera empecinada, que su política fracasada está funcionando, mientras los informes como éste describen a muchos en las fuerzas de seguridad iraquíes enfocados más en promover la guerra civil que en terminarla", dijo Reid.

El lunes, la Oficina de Supervisión del Gobierno, una agencia investigadora del Congreso, difundió otro informe según el cual el Gobierno del primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, ha cumplido plenamente sólo tres y parcialmente otros cuatro de los 18 requisitos establecidos por los legisladores estadounidenses en mayo.

El Congreso y la Administración Bush aguardan el informe que presentará la semana próxima el jefe de las fuerzas estadounidenses en Irak, general David Petraeus, y el embajador en Bagdad, Ryan Crocker. Ambos evaluarán los resultados obtenidos por la escalada militar que ordenó Bush en enero, que aumentó de 135.000 a más de 160.000 el número de soldados estadounidenses en el país que invadieron en 2003.