Ayer se inició la perforación del túnel para sacar a los 33 mineros, a los que aguarda ahora una tarea titánica: deberán retirar entre 3.000 y 4.000 toneladas de rocas del socavón. El plan de rescate prevé que los mineros se encarguen de la retirada de la lluvia de rocas que irá cayendo a medida que se perfora el estrecho pasaje. Para ello, las cuadrillas tendrán que cumplir turnos rotativos durante las 24 horas del día.