El embajador de España ante la ONU, Inocencio Arias, afirmó ayer que de no aparecer las armas de destrucción masiva de Sadam Husein, "que fue la razón principal" de la actuación española respecto al conflicto de Irak, "todo quedaría en tela de juicio". El diplomático, que participó en uno de los cursos de verano de El Escorial, no se atrevió a decir que Irak no tuviera las armas. "Sadam Husein tampoco ha aparecido y existe", afirmó. En cualquier caso, Arias se mostró contento por la caída del dictador. "Si se cambia el régimen, e Irak logra una democracia más o menos estable, pues no hay mal que por bien no venga", comentó.

El embajador reflexionó también sobre el papel de la ONU y sobre la polémica resolución 1441, a la que se refirió como "la madre de todas las ambigüedades". "El mundo se dividió, unos la interpretaron de una forma y otros, de la otra", dijo. "Es un caso de poca seriedad jurídica y de poca seriedad como responsables internacionales", añadió, en referencia a quienes aprobaron la resolución. Arias criticó el derecho de veto de los "cinco aristócratas" en las votaciones del Consejo de Seguridad, que llamó "la gran paradoja de la ONU". El diplomático pidió mayor cobertura de la ONU para la misión de las tropas españolas en Irak.