Tras cerca de dos meses y 125 inspecciones en Irak, Naciones Unidas no ha encontrado pruebas de cargo para acusar a Sadam Husein de haber violado la resolución 1.441 sobre el desarme iraquí. Lo confimó ayer el inspector jefe de la ONU, Hans Blix, quien mantuvo una reunión informativa junto a Mohamed el Baradei --el director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA)-- con los miembros del Consejo de Seguridad. Y aunque en la ONU se insistió en acusar a Bagdad de dejar "preguntas sin contestar" y en reclamar más "cooperación activa", también empezaron a oírse voces que piden "más tiempo" para realizar las inspecciones de las instalaciones armamentísticas en Irak, alejando en cierta forma las perspectivas de un ataque militar inminente por parte de Estados Unidos con la complicidad del Reino Unido.

COLABORACION DE IRAK

"Irak sigue ofreciendo acceso, las inspecciones están cubriendo áreas más amplias y en el curso de esas inspecciones no hemos encontrado ninguna prueba de cargo", aseveró Blix. De cualquier forma, el diplomático sueco insistió en que el extenso informe sobre desarme enviado por Irak "lamentablemente no contesta muchos interrogantes".

"No estamos satisfechos", declaró Blix tras destacar que el proceso de inspección ha mejorado después de que varias naciones, y en especial Estados Unidos, hayan empezado a compartir algunas informaciones obtenidas por sus servicios de inteligencia.

Uno de los puntos que quiere aclarar el equipo de inspectores es la destrucción de armas y el desmantelamiento de los programas para crearlas. Para ello, consideran vitales las entrevistas con científicos iraquís que participaron en esos procesos. Aunque la ONU recibió de Irak una lista de 500 nombres, El Baradei y Blix intentarán concretarla cuando viajen a Bagdad en diez días.

El Baradei también informó de que intentarán averiguar qué pasó con 32 toneladas de HMX, un potente explosivo que Bagdad asegura que utilizó para la destrucción de minas de cemento pero que se puede emplear en reactores nucleares.

Tras la reunión de ayer en la sede de la ONU, todos los miembros permanentes en el Consejo de Seguridad, salvo Estados Unidos, insistieron en la necesidad de dar más tiempo a los inspectores para que realicen de forma profesional su trabajo de investigación en Irak. Blix, además, adelantó que su labor "no acaba necesariamente el próximo 27 de enero", la fecha para la que está fijada la presentación definitiva de su informe.

Ayer, el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, también intentó desvincular cualquier decisión sobre un ataque militar a esa fecha. Y el secretario de Estado, Colin Powell, declaró por primera vez al periódico The Washington Post que ese día "habrá que valorar qué hacer después; pero la fecha marcada no es necesariamente el día D", aclaró.