Los expertos de desarme de la ONU reanudaron ayer las inspecciones en Irak, tras la pausa del viernes. En su tercera jornada, los inspectores examinaron dos plantas industriales militares y una base del Ejército. Uno de los equipos de expertos se desplazó al complejo militar de Om al Marik. Esta fábrica de armamento, donde los inspectores estuvieron durante tres horas, está en Yusufiya, a 15 kilómetros al sur de Bagdad. La compañía pertenece a la Comisión Militar de Industrialización (MIC) iraquí y, según los iraquís, fabrica maquinaria ligera.

El principal responsable del complejo, Husein Hamudi, dijo que los inspectores registraron las cámaras, sellaron los equipos instalados años atrás por los anteriores expertos de la ONU, y se llevaron muestras. El mismo equipo de inspectores se detuvo en otra instalación del MIC, denominada Milad, también en Yusufiya. Un segundo equipo se dirigió a una base cercana a Balad.

La portavoz de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), Melisa Fleminge, afirmó que es "posible" que algunos componentes de armas de destrucción masiva estén ocultos en casas particulares. En Kuwait, las autoridades afirmaron haber interceptado dos embarcaciones iraquís que habían entrado ilegalmente en aguas kuwaitís. El incidente no tuvo más consecuencias

Por otra parte, Tawfiq al Yasery, líder del opositor Comité Militar Iraquí, vaticinó que la guerra puede desencadenarse "dentro de ocho semanas o poco más".