Poco tranquilizadoras sonaron ayer las palabras del ministro del Interior italiano, Roberto Maroni, al escritor Roberto Saviano. Después de que el autor amenazado por la Camorra anunciara que abandonará el país, Maroni dijo que no cree que sea "una buena idea". "No me parece que así se evite la venganza camorrista, que no tiene fronteras", afirmó el ministro. Por su parte, el escritor Salman Rushdie apuntó que la Camorra es "un problema más grave" que la fatua islámica.

El subsecretario de Economía, Nicola Cosentino, guardó silencio ante las revelaciones de L´Espresso , que afirma que son 5 los mafiosos arrepentidos que le acusan de tener lazos con la Camorra.