La gran coalición ha cambiado la posición internacional de Alemania. El distanciamiento con EEUU por las críticas de Gerhard Schröder a la guerra de Irak se solventó gracias a la química entre George Bush y la cancillera. Una buena relación que se mantiene con Barack Obama. Merkel también mantiene muy buena sintonía con su gran aliado europeo, Francia y, aunque la crisis la distanció por un tiempo de Sarkozy, los viejos colegas han sabido mantener el equilibrio. Con Rusia hay entendimiento, lo que ha servido a Alemania para estabilizar situaciones como la guerra del gas o la disputa por Opel, cuyo desenlace todavía está por ver.