Los acontecimientos se desarrollan en Irak según el guión. El régimen de Sadam Husein anunció ayer que entregará la declaración sobre sus arsenales militares el próximo sábado, un día antes de la fecha límite. Poco antes de este anuncio, el régimen de Bagdad superó el primer gran examen desde el inicio de las inspecciones de desarme, al autorizar la entrada de los equipos investigadores de las Naciones Unidas y de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) en uno de los ocho palacios presidenciales que posee Sadam.

"Es solamente el principio, pero a primera vista, la cooperación es buena", subrayó el secretario general de la ONU, Kofi Annan, mucho más optimista que Estados Unidos sobre el resultado del trabajo de los inspectores enviados a Irak.

RELACION DETALLADA

El pulso que libra Irak con Washington conocerá el próximo sábado otro momento crucial. Ese día, una jornada antes de lo estipulado en la resolución 1.441 del Consejo de Seguridad de la ONU, Irak presentará una relación detallada de todo su armamento. La lista deberá incluir todas las armas convencionales y de destrucción masiva, además de información sobre el desarrollo de programas de investigación química, bacteriológica y nuclear, aunque sus propósitos declarados sean fines civiles y pacíficos.

Washington y Londres han advertido de reiteradamente de que una una declaración "errónea o incompleta" será considerada como una "violación patente" de los compromisos iraquís, que abrirá la puerta a una intervención militar. Preguntado sobre el contenido de la declaración, el director de la Comisión Nacional Iraquí para la Coordinación con los Inspectores de Desarme de la ONU, general Hosam Mohamed Amin, señaló: "En la lista habrá elementos nuevos, pero nada sobre armas de destrucción masiva", que el régimen de Bagdad insiste en que no posee.

El anuncio se produjo después de que 18 expertos de desarme entraran a primera hora de la mañana y sin previo aviso en el palacio presidencial de Sijud, en Bagdad. "Abran la puerta, queremos entrar", dijo uno de los inspectores a los soldados de la Guardia Republicana que custodiaban el edificio. No podemos. Estamos esperando órdenes", respondió uno de ellos. Tras cinco minutos de espera, las puertas se abrieron.

CASI DOS HORAS

La inspección duró una hora y 48 minutos, durante los cuales visitaron "cada rincón" y "cada pieza" del palacio presidencial de Sijud, resumió el portavoz de las Naciones Unidas en la capital iraquí, Hiro Ueki. "Entraron en todos los edificios, inspeccionaron las alas de servicio y los edificios principales", declaró un responsable iraquí que acompañó al equipo de investigadores por las dependencias del palacio.

Por otra parte, un barco iraquí disparó ayer contra dos guardacostas kuwaitís en las proximidades de la isla de Warba, cuya soberanía se disputan los dos países.