El Gobierno de Irak se ha propuesto controlar y mantener a raya a todas las compañías de seguridad privadas que operan en el país. Ayer anunció que revisará los contratos de cada una de estas empresas, formadas por mercenarios, para comprobar que sus acciones se ajustan a la ley iraquí. La decisión se hizo pública un día después de que Bagdad prohibiera operar a la poderosa firma de EEUU Blackwater, implicada en un tiroteo que, el domingo, costó la vida a 20 civiles, según un nuevo saldo oficial.

Aunque el portavoz del Gobierno iraquí, Alí al Dabbagh, aseguró ayer a la CNN que la medida contra Blackwater "no es indefinida", el incidente ha abierto una brecha en las relaciones entre Bagdad y Washington. La secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, se ha comprometido con el primer ministro iraquí, el chií Nuri al Maliki, a llevar a cabo "una investigación justa y transparente". Aun así, miembros del Ejecutivo iraquí continúan censurando la forma de actuar de estas empresas, una treintena en total, que tienen como misión proteger a diplomáticos y al personal de empresas extranjeras que trabajan en Irak.

"LEGITIMA DEFENSA" En el incidente del domingo en Bagdad, Blackwater custodiaba un convoy de seis vehículos del Departamento de Estado. A su paso por el barrio de Mansur hubo una explosión y los agentes de seguridad dispararon contra los civiles, según la versión iraquí. La empresa aseguró ayer que actuó en "legítima defensa".

"No es la primera vez que ocurren sucesos de este tipo y no podemos permanecer en silencio", afirmó el ministro del Interior iraquí, Jawad al Bolani. El magistrado Abdul Sattar Gahfur Bairaqdar, miembro de la más alta instancia judicial del país, dijo ayer que Blackwater "está sujeta a la legislación iraquí" y que deben ser los tribunales de Irak los que juzguen a los culpables. Pero no está claro que sea así.

La Autoridad Provisional de la Coalición otorgó inmunidad a estas compañías. Las autoridades de Bagdad estudian anular esta orden, que no se ajusta a la ley internacional, para acabar con la impunidad de este ejército privado. Mientras, la violencia se cobró ayer 20 víctimas civiles y causó 50 heridos. Tres soldados de EEUU murieron en un ataque de la insurgencia.