Por segundo día consecutivo, la Guardia Nacional iraquí fue el blanco de los ataques de la resistencia como culminación de una semana muy cruenta. Ayer murieron 30 personas, 21 de ellas guardias nacionales, en varias acciones armadas, una de las cuales se registró muy cerca de la sede del partido del primer ministro iraquí, Iyad Alaui. Esta ola de atentados tuvo lugar después de que el lunes se registraran 26 muertos y 35 el pasado 28 de diciembre.

En Bagdad, un terrorista suicida logró pasar un control policial y se lanzó contra el segundo, cuando se hallaba ya muy próximo a la sede del partido Acuerdo Nacional, la formación del primer ministro. Murieron cuatro personas, dos de ellas policías, y 24 resultaron heridas. El grupo Ansar al Sunna se atribuyó el ataque "contra los cuarteles generales del apóstata Alaui", según informaron.