A menos que una iniciativa europea de última hora lo impida, el Gobierno iraní retomará hoy algunas de las actividades nucleares que abandonó el pasado noviembre en virtud de un acuerdo que permitió iniciar las negociaciones con el Reino Unido, Francia y Alemania. El anuncio ha sido recibido con estupor en Europa, donde el Foreign Office británico ha advertido de que "sería un paso inútil y perjudicial por parte de Irán".

Teherán afirma que la troika europea se había comprometido a presentar hoy las propuestas para desbloquear la negociación, y que en todo caso dispone de informes que aseguran que la oferta será de mínimos. "Sabemos que las propuestas son huecas pero presentadas en un bello empaque", dijo ayer el portavoz del Ministerio de Exteriores, Hamid Reza Assefi. Los europeos afirman que se comprometieron a presentarlas "entre final de julio y principios de agosto", y que prevén hacerlo la próxima semana.

Londres, París y Berlín prevén ofrecer incentivos económicos y políticos para que Irán deje definitivamente sus actividades nucleares. Sin embargo, el anuncio de Teherán ha cambiado las cosas. Un diplomático del Gobierno francés lo tildó de "presiones difícilmente aceptables".

ROMPER LOS PRECINTOS Las autoridades iranís anunciaron que hoy romperán los precintos que los inspectores de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) colocaron en la planta nuclear de Isfahan y retomarán algunas de las actividades suspendidas. Una de ellas es la transformación de uranio en gas. Por ahora, parece que Teherán dará el siguiente paso, que consiste en introducir ese gas en centrifugadoras para producir uranio enriquecido, útil para alimentar centrales nucleares y armas atómicas.

"El Consejo de Seguridad de la ONU no es el fin del mundo", dijo Assefi al comentar la posibilidad de que la UE y EEUU denuncien a Irán ante el organismo.