Irán detuvo en territorio iraquí y no en su lado de la frontera a los tres excursionistas estadounidenses a los que acusa de espías, según revela uno de los documentos sobre la guerra de Irak difundidos hoy por la web Wikileaks.

Al margen de los espeluznantes documentos que revelan abusos y torturas contra presos iraquíes y civiles desde que comenzó la invasión estadounidense en 2003, hay un informe de los servicios secretos registra la detención de los tres turistas. En él, los oficiales iraquís proporcionan las coordenadas en las que los estadounidenses fueron arrestados y revela que se encontraban en el lado iraquí de la frontera con Irán.

Los tres excursionistas, Shane Bauer, Joshua Fattal y Sara Shourd -cuyos nombres no aparecen en el documento- iban a escalar al Ahmed Awaa, un lugar turístico en la provincia iraquí de Suleimaniya, fronteriza con Irán, cuando fueron detenidos. El informe revela que un cuarto excursionista (Shon Meckfessel) que se quedó en el hotel porque se encontraba enfermo recibió una llamada "de una mujer que fue secuestrada que le dijo que estaban siendo rodeados por hombres armados".

Inicialmente uno de los oficiales estadounidenses de inteligencia desplegado en la zona del Kurdistán habla de "secuestro" y hace referencia a que los tres estadounidenses "fueron llevados al lado iraní de la frontera". Según pasa el día, los estadounidenses reciben información de las fuerzas de seguridad kurdas que indican que han sido los iranís quienes han detenido a los estadounidenses "por estar muy cerca de la frontera".

ACUSADOS DE ESPÍAS

El informe hace referencia velada a la imprudencia de los excursionistas por las consecuencias políticas que pueden tener el suceso. "Los líderes iranís se benefician de incidentes como este porque centran la atención en una supuesta amenaza externa en vez de la disensión dentro del país", agrega el documento estadounidense.

Las autoridades iranís acusaron a los detenidos de haber entrado de forma ilegal en el territorio iraní para cometer actos de espionaje, cargos que tanto los detenidos como el Gobierno estadounidense niegan. Tras más de un año de arresto, el pasado 14 de septiembre Sarah Shourd fue liberada, mientras sus compañeros continúan presos en la cárcel de Evin, en la capital iraní.