La condena a muerte por lapidación, que pesa sobre la iraní Sakineh Mohammadi-Ashtiani, por un delito de adulterio, podría ser anulada, según ha insinuado este domingo un alto responsable del Ministerio de Justicia del régimen de Teherán citado por la agencia iraní Fars.

Preguntado sobre la posibilidad de anular la pena de muerte, el responsable de Justicia de la provincia de Azerbayán oriental, Malek Ajdar Sharifi, ha señalado que "todo es posible". Según Sharifi, todavía persisten ciertas "dudas" sobre las "pruebas" del caso de Ashtiani que han retrasado la toma de una decisión por parte de las autoridades.

La sentencia que condenaba a Ashtiani a morir lapidada fue suspendida provisionalmente después de que la comunidad internacional expresase su indignación tras conocer el caso. Antes la justicia iraní ya le conmutó la ejecución en la horca por haber actuado como cómplice en el asesinato de su marido por una pena de 10 años de prisión.

OLVIDAR EL CASO

Estas consideraciones por parte del alto cargo se producen el día después de que Ashtiani cenara con su hijos gracias a un permiso penitenciario. Tras la cena, y autorizados por las autoridades iranís, Ashtiani y su hijo, Sajjad Ghazerzadeh, atendieron a los medios de comunicación. La mujer aprovechó para anunciar que emprenderá acciones judiciales contra dos periodistas alemanes que llegaron a Irán haciéndose pasar por turistas y que entrevistaron a su hijo. El joven podría ser condenado por sus declaraciones a estos reporteros. Los dos periodistas, que trabajan para la revista Bild am Sonntag, fueron detenidos el pasado 10 de octubre junto al hijo de Ashtiani y su abogado, Javid Houtan Kian, y desde entonces los cuatro permanecen en prisión.

Ashtiani también ha pedido a los medios que se olviden de su caso y ha asegurado que en ningún momento había sido forzada a declarar, y que las "denuncias extranjeras" de que sus confesiones habían sido extraídas con tortura son únicamente "rumores". "Quiero hablar porque mucha gente quiere beneficiarse del caso y dicen que he sido torturada, lo que es mentira. Dejadme en paz. ¿Por qué queréis perjudicarme?", se preguntó.

Por su parte, su hijo Sajjad ha pedido a la justicia iraní que anule la pena de muerte. "Mi madre es culpable, pero hemos perdido a nuestro padre y no queremos perder también a nuestra madre. Por lo tanto, pedimos que se conmute la pena", ha argumentado.