Sin dar señal alguna de estar buscando un compromiso, el Gobierno de Irán imprimió ayer un giro más político a la crisis de los marinos británicos, al utilizar a uno de los detenidos para pedir la salida de las tropas del Reino Unido de Irak. La carta, difundida por la Embajada iraní en Londres y firmada nuevamente por la única mujer del grupo, Faye Turney, condenaba además la "política intervencionista" de británicos y estadounidenses, recordando los abusos cometidos por EEUU contra los presos en la cárcel de Abú Graib.

"He sido sacrificada debido a las políticas intervencionistas de los Gobiernos de Bush y Blair", reza la misiva. Irán difundió también un nuevo vídeo con la confesión de un segundo marino, Nathann Thomas Summers, admitiendo haber "entrado" en aguas iranís y pidiendo perdón. El primer ministro británico, Tony Blair, reaccionó indignado por la "exhibición y la manipulación" que se está haciendo de los militares. También dejó entrever que la solución del contencioso puede ser larga, al afirmar que "Gran Bretaña debe tener paciencia" al mismo tiempo que ha de "mostrar firmeza".

"No sé realmente lo que el régimen iraní sigue haciendo. Todo esto solo aumenta la repulsión que siente la gente. No engañan a nadie al exhibir y manipular de esa forma a los capturados", afirmó Blair.

EL LIDER INTERVIENE Inmutable, el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, intervino por vez primera de manera directa en la disputa para repetir que su país exige disculpas de Londres. "A causa de la incorrecta actitud del Gobierno británico, el asunto ha tomado una vía jurídica", dijo Ahmadineyad, subrayando que "en los últimos años, las tropas británicas han violado el derecho internacional y franqueado las fronteras". Irán insiste en que el contencioso debe resolverse de manera bilateral, y lamenta que los británicos hayan llevado el asunto ante los órganos internacionales.

Pero el Consejo de Seguridad de la ONU se limitó a emitir un comunicado bastante tibio, mostrando su "preocupación", pero sin condenar a Irán, tal y como el Reino Unido había pedido. Y, además, Rusia, que parece haber recuperado en los últimos meses su asertividad en la escena internacional, invitó a la ONU a preparar un "informe independiente" sobre el incidente. "Ya que Gran Bretaña insiste en el hecho de que los militares cumplen un mandato del Consejo de Seguridad, pensamos que la ONU debe preparar un informe independiente", declaró Aleksandr Yakovenko, viceministro ruso de Asuntos Exteriores.

MISIVA INUTIL Un portavoz del Foreign Office confirmó el recibo de una carta, remitida por el Gobierno de Teherán, y aunque su contenido no fue revelado, la ministra de Asuntos Exteriores, Margaret Beckett, comentó que lo escrito "no resuelve nada".

Mientras, los ciudadanos británicos están furiosos y escandalizados por la forma en que Irán está utilizando a los cautivos como arma de propaganda. Una escena del nuevo vídeo difundido ayer mostraba a dos de los marineros sentados a ambos lados de su compañera. Los tres, con buen aspecto, reían ante una fuente llena de frutas.

El Ministerio de Defensa británico, por otra parte, asegura que las autoridades iranís se contradicen ya que han presentado coordenadas distintas sobre la posición en la que, según ellos, se encontraban los marinos apresados en el golfo.