El Gobierno de Teherán no permitirá la entrada de una delegación de EEUU en el país encabezada por la senadora republicana y expresidenta de Cruz Roja, Elizabeth Dole, que les ayude en la crisis provocada por el seísmo. La Casa Blanca hizo el ofrecimiento al Ejecutivo iraní el pasado martes --según se supo ayer por la prensa estadounidense--, pero Mohamed Jatami, el presidente, no respondió hasta ayer por la tarde. "Los iranís nos han indicado que, dada la situación actual en Bam, sería preferible dejar en suspenso la visita", declaró Adam Ereli, portavoz del Departamento de Estado.

Si Teherán aceptara finalmente la entrada, sería la primera visita oficial desde la crisis de los rehenes, cuando 52 personas fueron retenidas durante 444 días en la embajada de EEUU en Teherán. The Washington Post publicó ayer que la idea de la visita partió directamente del presidente de EEUU. Pese a todo, George Bush ya ha dejado claro que tanto esta propuesta como la retirada por tres meses de las sanciones a Irán no suponía el "deshielo" de las relaciones y que lo hacía por "compasión". Mientras, en la zona del seísmo, se han abandonado definitivamente las tareas de rescate.