A juzgar por el contenido del informe divulgado ayer por un centro de análisis de EEUU, el Gobierno iraní se toma más en serio de lo que predica la amenaza de un ataque militar de Washington. De acuerdo con el Instituto de Ciencia y Seguridad Internacional (ISIS), con sede en Viena, el régimen ha reforzado las instalaciones nucleares de Isfahan y Natanz, las dos joyas del programa que ahora se encuentra en el ojo del huracán. Además, diversas fuentes revelaron que Teherán está entrenando kamikazes para perpetrar misiones suicidas contra intereses de EEUU y el Reino Unido.

Según el ISIS, Teherán ha construido un nuevo túnel de acceso a una de las plantas de Isfahan donde se procesa el uranio. "Esta nueva entrada puede indicar o bien la existencia de una nueva instalación subterránea, o bien la ampliación de la existente", reza el texto. El informe incluye cuatro fotos de satélite tomadas entre el 2002 y enero del 2006 que muestran cambios en Natanz. El régimen ha reforzado la seguridad de dos gigantescos vestíbulos subterráneos cubriéndolos con capas de tierra y losas de hormigón. "Irán está tomando precauciones extraordinarias para intentar proteger sus activos nucleares", declaró a Reuters el director del ISIS, David Albright, antiguo inspector de armamento de la ONU. "Pero pensar en eliminar el programa nuclear iraní con un ataque aéreo es simplista".

VOLUNTARIOS AL SUICIDIO El régimen también está reclutando suicidas para misiones de martirio. El Comité de Conmemoración de los Mártires de la Campaña Islámica informó ayer en Teherán de que tiene una lista de 200 kamikazes dispuestos a perpetrar atentados contra EEUU y el Reino Unido. Fuentes oficiales iranís citadas por el The Sunday Times aseguran que los suicidas no son decenas ni cientos, sino miles.