Las autoridades iranís han suspendido la pena de muerte dictada contra Sakineh Mohammadi Ashtiani, la mujer que había sido inicialmente sentenciada a morir lapidada por adulterio y posteriormente condenada a la horca por participar en el asesinato de su marido, según ha informado la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento, citada por la agencia ISNA.

En una carta a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, el líder de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento iraní, Zohre Elahian, ha asegurado que "la condena a lapidación no ha concluido y, por tanto, está suspendida de momento, pero sigue condenada a 10 años de cárcel".

ADULTERIO Y ASESINATO

La decisión de suspender la "condena a lapidación", prosiguió, se debe a que "los familiares de su marido han decidido perdonarla". La agencia ha reconocido que Ashtiani había sido "condenada a lapidación por los cargos de adulterio y asesinato de su marido".

La lapidación fue suspendida el año pasado en medio de una fuerte presión internacional, ante las cuales el Gobierno de Teherán insistió en que en su país ya no se cometen lapidaciones y que todas estas informaciones formaban parte de la "propaganda occidental".

CONFESIÓN DE LOS CRÍMENES

En su carta, Elahian insistió en que, "de acuerdo con las evidencias, la mujer iraní había traicionado a su familia y asesinado a su marido en colaboración con su amante". "Ella confesó sus crímenes durante su proceso", ha añadido.

Asimismo, ha asegurado que la "calumniosa campaña" lanzada por los medios de comunicación occidentales formaba parte de una "guerra psicológica" por motivos políticos contra la República Islámica de Irán.

El anterior presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, había ofrecido asilo a Ashtiani el pasado mes de julio, una oferta que fue rechazada de inmediato por Irán, aun reconociendo el "carácer humano y la sensibilidad" de la propuesta.