Teherán En una posición muy adolescente, cruzada de piernas bajo su pupitre, una estudiante iraní se sometió ayer, como sus compañeros y compañeras de promoción, al examen de ingreso en la universidad. La alumna de la foto se descalzó, pero no se quitó el chador --eso no-- para hacer frente a las preguntas de la selectividad. Entretanto, afuera, en las calles de la capital, la tensión era otra.