LOs abogados de María Estela Martínez de Perón, Isabelita, harán lo que sea para evitar su extradición a Argentina. Para lograr este objetivo, estudian jugar la carta de una supuesta incapacidad mental de la expresidenta.

Hace tres décadas, cuando Isabelita gobernaba Argentina en medio de cadáveres, era un lugar común decir que no era mentalmente apta.

Y hoy, cerca de los 75 años, sus abogados ya dejan entrever que no está en condiciones de afrontar un juicio.

"Hasta que pasó esto la detención su estado de salud era aceptable", dijo, sin embargo, en Buenos Aires uno de sus letrados, Atilio Neira.

Isabel no tiene ni ha tenido el poder de Augusto Pinochet, quien se valió del ardid de la locura para eludir los tribunales. Nadie se entusiasma en Argentina con defender a la viuda de Juan Domingo Perón. El juez Héctor Acosta, que la responsabiliza de la desaparición de un estudiante y las torturas que sufrió un menor en febrero de 1976, un mes antes de su derrocamiento, iniciará esta misma semana los trámites de extradición.

ARGUMENTOS DE PESO Otro magistrado, Norberto Oyarbide, que investiga los asesinatos cometidos por la organización parapolicial Triple A y ya detuvo a cuatro importantes esbirros, se prepara para pedir su arresto. Al parecer, Oyarbide tiene fundamentos de mayor peso que Acosta para reclamar a la expresidenta: comprobantes de la compra de armas destinadas al Ministerio de Bienestar Social, desde el que operaban José López Rega y la temible Triple A.

El proceso de extradición puede durar un año. Por lo pronto, recordó La Nación , a Isabelita le espera en la Audiencia Nacional española un examen psiquiátrico para determinar si algunas lagunas que presentó su declaración del pasado viernes ante el juez de turno, Juan del Olmo, son "reales" o "una simulación". Fuentes cercanas al magistrado, citadas por el diario, la definieron como "una persona que no está en sí misma todo el tiempo".