La posibilidad, por primera vez desde la independencia en 1944, de que la izquierda se impusiera ayer en Islandia, tal y como vaticinaban todos los sondeos, se reforzó durante el día con un aumento de la participación.

El 36,4% de los electores islandeses, ciudadanos de un país sumido en una profunda crisis, había votado seis horas después de la apertura de los colegios, lo que supone un 2% más que en el 2007. La líder socialdemócrata y actual jefa de Gobierno en funciones, Johanna Sigurdardottir, ganadora clara para los sondeos, se debía beneficiar del profundo desencanto que atraviesa el país.

Un total de 228.000 islandeses estaban ayer llamados a las urnas de forma anticipada para elegir a los 63 integrantes del Parlamento, instituido en el año 930 y considerado el más antiguo del mundo.

La Alianza Socialdemócrata y el Movimiento de Izquierda Verde, que gobiernan en coalición minoritaria desde febrero, después de que las protestas por la crisis desalojaran a los conservadores, partieron ayer como claros favoritos. Al cierre de esta edición, no había resultados.