El Gobierno de Israel accedió ayer a cooperar con la comisión de Naciones Unidas que investigará el asalto del Ejército israelí a la flotilla humanitaria de Gaza el pasado mes de mayo. Aquel abordaje en aguas internacionales, y saldado con la muerte de nueve activistas turcos, desató la indignación internacional y una crisis diplomática. La comisión internacional estará encabezada por el exprimer ministro neozelandés Geoffrey Palmer, y por el presidente saliente de Colombia, Alvaro Uribe. Además contará con un representante de Turquía y otro de Israel.

La comisión empezará a trabajar el 10 de agosto, según informó el secretario general de la ONU, Ban Ki- moon. La decisión israelí no tiene precedentes. Es la primera vez que el Estado judío acepta cooperar con un organismo foráneo encargado de investigar a sus militares. La explicación podría estar en la mala experiencia que supuso la guerra de Gaza. Israel se negó entonces a colaborar con la comisión Goldstone, pero su clase dirigente llegó a la conclusión de que el boicot únicamente sirvió para agravar el dictamen final.

La jornada estuvo además marcada por la explosión de cinco cohetes repartidos entre las localidades turísticas de Aqaba (Jordania) y Eilat (Israel), a orillas del mar Rojo. Una persona murió en Aqaba y otras tres resultaron heridas. Las policías israelí y jordana creen que los cohetes fueron lanzados desde la península egipcia del Sinaí. Grupos de radicales islámicos han reivindicado en la zona varios atentados contra intereses turísticos durante los últimos años.