La primera reacción a los dos atentados suicidas de ayer fue que varios autocares llenos de presos palestinos dieron la vuelta a medio camino y regresaron a las prisiones de donde habían salido. En ellos viajaban 76 prisioneros palestinos que iban a ser liberados y cuyo regreso a la cárcel fue inmediatamente ordenado por el primer ministro israelí, Ariel Sharon, tras los atentados de Rosh Haayin y Ariel. La mayoría de estos 76 palestinos estaban en las cárceles israelís por permanecer en Israel sin permisos y su liberación debería haberse sumado a los 334 palestinos que fueron excarcelados la pasada semana. La Autoridad Nacional Palestina ha criticado a Israel por considerar insuficiente el número de palestinos liberados.