Más de 50 personas muertas desde la cumbre de Aqaba del 4 de junio. Mientras la Hoja de ruta se convierte en papel mojado en sangre, los palestinos se asustan al oír un helicóptero en el cielo y los israelís temen una ola de atentados como el del miércoles en Jerusalén, los muertos aumentan. Ayer, siete palestinos murieron en un nuevo asesinato selectivo de un líder de Hamas en Gaza, el quinto en dos días. Cerca de Yenín, un israelí murió al ser tiroteado su coche.

A primera hora de la tarde, Yasir Taha --acusado de ser un líder del brazo armado de Hamas-- fue asesinado en su coche junto a su mujer y sus dos hijos --uno de ellos de 3 años-- al explotar seis misiles lanzados por helicópteros Apache israelís. Al menos otras tres personas murieron y una treintena resultaron heridas. La mayoría intentaban auxiliar a los ocupantes del coche cuando cayó otro misil.

"Este asesinato selectivo es sólo el principio", declararon fuentes militares israelís. Y es que el primer ministro israelí, Ariel Sharon --que ayer reunió de urgencia su Consejo de Ministros--, ha dado la orden de "aplastar" a Hamas después del atentado en Jerusalén del miércoles, en el que murieron 17 israelís y el suicida palestino. No se trata sólo de golpear "las infraestructuras del terrorismo", sino también de asesinar a los líderes del movimiento.

ATACAR A LOS TERRORISTAS

"Israel no tiene la intención de cambiar su política de atacar a los líderes terroristas", dijo Sharon a sus ministros. El Gobierno de Tel-Aviv centró ayer todos sus esfuerzos en explicar que la ofensiva contra Hamas, lejos de sabotear la Hoja de ruta, es una forma de apostar por la paz. El argumento es que Hamas es una amenaza para la Hoja de ruta desde el momento en que se negó a negociar una tregua con la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

Así, el ministro de Defensa, Shaul Mofaz, afirmó que el objetivo de los extremistas palestinos es "descarrilar" el proceso de paz y que ni el primer ministro palestino, Abu Mazen, ni el jefe de seguridad palestino, Mohammed Dahlan, quieren tomar la responsabilidad de acabar con la violencia. Por tanto, razonó Mofaz, Israel debe defenderse y evitar que la debilidad de Abu Mazen y de Dahlan malhiera el proceso de paz. Porque "nunca habrá un proceso de paz si los ataques terroristas continúan", remató el argumento el ministro de Exteriores, Silvam Shalom.

Por su parte, Hamas --que ha pedido a sus líderes que tomen precauciones extras-- afirmó que "el ataque de Jerusalén es sólo el primero".

Paralelamente, según la radio del Ejército, en el Consejo de Ministros de urgencia de ayer, Sharon calificó a los líderes palestinos de "llorones que dejan campar el terror". Sharon también dijo de Abu Mazen, que: "Es como un pollito al que aún no le han crecido las plumas. Tenemos que ayudarle a combatir el terror hasta que le crezcan".